Concentración, meditación y éxtasis, son los tres pasos fundamentales de la meditación gnóstica. Concentración, es fijar toda la atención, todo nuestro Ser espiritual, en un determinado punto, interno o externo a nuestro cuerpo físico. Meditación, es que el sujeto y el objeto se conviertan en una misma cosa. Y esto sólo es posible mediante el Ser espiritual. Éxtasis, es la vivencia directa de esta unión amorosa entre el sujeto y el objeto. Y en cuanto a la Asana o postura del cuerpo físico, esto dice la meditación gnóstica:

“Cualquiera puede tomar una posición oriental,
si así lo quiere.
Si otro quiere tomar una posición occidental,
pues lo puede hacer,
y si cualquiera quiere tomar otra posición que mejor le parece,
pues lo puede hacer;
lo importante es que esté cómodo
y que pueda hacer una buena meditación.”

Samael Aun Weor

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