Informar sobre nuestros estudios esotéricos a la humanidad es, indiscutiblemente, para nosotros un deber cósmico. ¿Por qué es un deber cósmico? Porque es exponer a la humanidad su origen y destino, es decir: de dónde viene, por qué está aquí, y hacia dónde va. Y porque no siempre la humanidad está dispuesta a aceptar esta gran verdad, por ello este esfuerzo de tolerancia y comprensión le denominamos “sacrificio por la humanidad”. Y por el respeto al “libre albedrío” de nuestros semejantes, consideramos que no es obligado aceptar estos estudios. Sin embargo y sin ningún tipo de compromiso siempre extendemos una mano amiga al sincero investigador.

“A la 1ª Cámara podrá entrar toda persona de buena voluntad,
sin diferencia de raza, sexo, clase, credo o color”.

Samael Aun Weor

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