El Pegaso en la Sociedad Gnóstica

El pegaso en la Sociedad Gnostica Samael Aun WeorEl mito gnóstico del Pegaso
en la Sociedad Gnóstica Samael Aun Weor

 

No puede haber símbolo más generoso para representarnos públicamente que el caballo alado o Pegaso, precisamente porque “nace” de un “sacrificio”, de la “muerte” del Obstinado “Yo”.

“Pegaso era el caballo alado que salió de Medusa cuando fue decapitada por Perseo. La Medusa Gorgona era antes una bella princesa de Libia. Porque fue seducida por el dios del mar Poseidón en un templo dedicado a Atenea, Atenea la transformó en un monstruo. Ella tenía el pelo de serpientes y el que mirara su cara se convertía en piedra.”

Terrestre por natura y alado por inspiración, Pegaso es un arquetipo difícil de conquistar, y después bien difícil de dominar.

“Después de su nacimiento, Pegaso vivió en el Monte Helicón. Un día, un héroe griego antiguo cuyo nombre era Bellerofón, creyó que podía volar con Pegaso al Olimpo, donde vivían los dioses. Para detenerlo, Zeus envió un moscón para que mordiera a Pegaso. Bellerofón perdió control del caballo y se cayó a la Tierra.”

Sólo los valientes, los que poseen el secreto de Hermes, los pocos, lo encarnan, a cambio de todas las ordalías iniciáticas.

“Pegaso continuó volando solo y llegó al Olimpo, donde Zeus lo recibió. Desde entonces, transporta los rayos para Zeus, quién colocó su figura en el cielo de la noche como la constelación del caballo alado.”

Por los misterios gnósticos, hoy develados por el V.M. Samael Aun Weor, sabemos que el caballo representa el “alma metálica” o “mercurio filosófico” contenido en la energía sexual, y que mediante cierto secreto alquimista su indómita furia puede ser volatilizada.

“Pegaso enseguida nació golpeó la tierra con su casco y allí brotó una fuente de aguas milagrosas. Perseo montó al caballo alado cuando luchó con el dragón marino para librar a Andrómeda, que estaba encadenada a las rocas sobre el mar. Muchos trataron de atraparlo y domesticarlo, pero fue inútil. Atraparlo se convirtió en una obsesión para Bellerofón (príncipe de Corintos), entonces fue con un adivino que le aconsejó que pasara una noche en el templo de Atenea.”

Es mediante la sabiduría y el amor del Gurú que podemos iniciarnos en los misterios del caballo alado o Pegaso. Sólo en verdad a través de nuestra Divina Madre aprendemos a usar su poder eléctrico sexual.

“Mientras dormía, la diosa se le apareció y le entregó un frenillo de oro, que le permitiría atrapar al Pegaso. Cuando Bellerofón despertó, él encontró el frenillo de oro a su lado, y con esto logró capturar y domesticar con facilidad al caballo alado.”

Y el Gurú nos recordará siempre que después de haber alcanzado la sublime virtud de la humildad, hay que ser siempre aun más humilde que antes o de lo contrario rodaremos en el abismo de la perdición.

“El Pegaso demostró ser una gran ayuda a Bellerofón, ayudándolo contra las Amazonas y la Quimera. Pero, Bellerofón se sintió por demás importante, y deseó llegar hasta el Olimpo montado en Pegaso, pero el caballo lo lanzó, dejándolo con una pierna rota y siendo odiado por los dioses.”

Pero allí estarán El y Ella, nuestros padres internos para decirnos: “¡Hay de ti, oh guerrero, oh luchador, si tu servidor se hunde! ¡Pero hay remedios y remedios! ¡Yo conozco esos remedios!.

“El Pegaso continuó vuelo hasta el Olimpo donde encontró protección. Zeus le confió la tarea de traerle su relámpago y sus rayos. El caballo alado voló y se convirtió en una constelación, cerca de Andrómeda y Perseo.”

La Divina Madre: “Sed por eso amables. Vestíos todos con ropajes bellos. Serviós manjares exquisitos y bebed dulces vinos espumosos.” “Pero siempre, siempre, por amor hacia Mi.”

Rafael Vargas