Es completamente evidente que por el uso de Internet, cualquier ciudadano de nuestro mundo puede hoy acceder a las enseñanzas gnósticas del V. M. Samael Aun Weor si así lo anhela.
Sin embargo, tener acceso a la “Gnosis” digital de modo personal, no significa que por ello la auto-Gnosis del Ser sea ahora más fácil de conquistar. No es suficiente tener la información digital, sirve y es muy necesaria una interrelación “humana” con un grupo gnóstico, para poder en éste auto descubrirnos, auto conocernos.
Hasta hace poco la Gnosis era la gran desconocida, y sólo unos pocos sabían de su origen cristiano y pre-cristiano. Y ha sido gracias a la gran difusión de la Gnosis por toda América, y más allá, y con la llegada de las computadoras e Internet que se ha completado la magna etapa de difusión de la obra escrita del Maestro Samael, y es por ello que hoy se encuentra en muchos sitios de Internet.
Pero tenemos que decir que lo mejor de la misión de la Gnosis apenas está comenzando, y ésta consiste en hacer carne y sangre su mensaje de regeneración.
Y como todo cambio importante de la humanidad puede pasar inadvertido, es importante tener en cuenta que vienen tiempos mejores para la Gnosis del trabajo interior, para que la Gnosis como conocimiento salvador complete su misión.
Pues aunque es cierto que el modo de comunicación tecnológico que ahora usamos cambió la manera en que cualquier ciudadano puede hoy aproximarse a los estudios gnósticos, también es cierto que en compensación, hoy hemos ganado más en comprensión y aplicación práctica de la Gnosis. Que esta es la razón por la cual hemos formado una institución llamada “La Sociedad Gnóstica Samael Aun Weor” en la que su espíritu de trabajo es encarnar la gnosis, y así lo reflejamos en nuestra metodología, programa de trabajo y por supuesto en nuestros Retiros Espirituales locales, nacionales e internacionales.
Pero me pregunto, y pregunto en voz alta a todos, ¿somos conscientes de este cambio social que se ha producido en nuestra sociedad, del modo en que por lo tanto ahora debemos vivir el mensaje gnóstico?
Rafael Vargas